Despertar es una utopía, un sueño, algo por lo que vivir y elevar nuestro espíritu. Despertar es liberar tu mente de las cadenas impuestas por tu razón. Es entender que el universo es un océano oscuro y que nuestras únicas luces para iluminarlo son el amor y la bondad.
Despertar es aprender a usar nuestra mente y no que ella nos utilice a nosotros, es aprender a pensar, a cuestionar, a dudar, a creer, a equivocarse y volver a empezar. No importa cual sea tu ideología, tu religión, tu objetivo, despertar es saber que el único camino para sentirte pleno es el de la paz y el amor. Porque al fin y al cabo no interesa el fin, sino la forma en que lleguemos a él.
Despertar es tener la certeza de
que el mundo se puede cambiar, y que la única forma de hacerlo es
liberándote de tu ego para sacrificarte por el otro. Hacer el bien,
brindar claridad, iluminar con el alma, alejar la tempestad y
transformarla en calma, esparcir y cubrir el mundo con el perfume de tu
esencia, terminar con la discordia y sembrar paz...contagiar, eso es
despertar.
Terminar con los prejuicios, conocer y descubrir el alma de las
personas, no su envase...buscar en lo profundo. Estar abierto de cuerpo y
espíritu para dejar que la vida te sorprenda y te inunde de certeza y
sabiduría.
Despertar es desear que el otro despierte y estar dispuesto a todo por conseguirlo.
Despertar es liberar, desencadenar, desatormentar, tranquilizar, brindar esperanza y fe.
Despertar y saber que dormía,
Despertar y saber que aún duermo,
Despertar sabiendo que nunca terminaré de despertar.
Pablo Martinez
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